Júpiter, el gigante del sistema solar, brilla con mayor intensidad este verano. “Ahora se encuentra en oposición, eso quiere decir que está a la mínima distancia con la Tierra, -a unos 660 millones de kilómetros-, y por eso lo vemos a su máximo tamaño”, explica con pasión Aleix Roig, responsable del Parc Astronòmic Muntanyes de Prades (PAP). No en vano, en esta localidad tarraconense, -a unos mil metros de altitud-, mirar hacia el cielo con un telescopio tiene premio. “Hemos podido ver las bandas de Júpiter y sus cuatro lunas principales, también una perseida (lágrima de San Lorenzo)”, relata Marina Climent, guía astronómica, a un grupo de aficionados a las estrellas desde el mirador de Sant Antoni.

Los niveles de oscuridad del cielo y la estabilidad de la imagen que se obtiene, colocan a esta zona entre los mejores lugares para observar las estrellas de toda la península. La sierra de la Musara y la de la Llena, -al norte y al sur-, bloquean la contaminación lumínica directa de dos grandes ciudades cercanas como son Lleida y Tarragona. Esta singularidad motivó hace cuatro años la puesta en marcha del proyecto Astroprades que prevé la construcción de un observatorio astronómico en el Pla de la Guàrdia que podría estar operativo a mediados de esta década. De momento el parque astronómico dispone de un planetario 360 grados, un museo astronómico y un centro de visitantes recién estrenado.

Neowise sobre Prades, el pasado mes de julio. / PARC ASTRONÒMIC MUNTANYES DE PRADES

Investigación y divulgación a partes iguales

El futuro observatorio, -que cuenta con el apoyo de 20 municipios de la zona-, pretende aunar la investigación científica de máximo nivel con la divulgación, una iniciativa pionera en Europa. En estos momentos ya existe un convenio de trabajo con el Instituto de Astrofísica de Canarias y el de Estudios Espaciales de Catalunya. La intención es trabajar codo con codo con el observatorio astronómico de Àger, en el Montsec. Allí están investigando exoplanetas y las trayectorias de la basura espacial para poder poner en órbita nuevas misiones espaciales con seguridad. “Los cielos oscuros permiten observar los detalles de nebulosas y galaxias, como nuestra Vía Láctea. ¿Qué no podremos hacer aquí en Prades con varios telescopios de investigación de gran diámetro?”, sueña entusiasmado Roig.

Circumpolar captado desde el Pla de la Guàrdia, en Prades. / PARC ASTRONÒMIC MUNTANYES DE PRADES

El astroturismo brilla

Hasta el momento, el turismo de estrellas está demostrando tener mucho interés en la zona. Desde 2016 el parque astronómico de Prades ofrece varias actividades para acercar los astros a los visitantes. Cenas bajo las estrellas, vermuts solares, y experiencias astronómicas que incluyen observaciones con telescopios automatizados. “En el pueblo cambiamos todo el alumbrado para convertirnos en un espacio libre de contaminación lumínica. Cada vez hay más interés por el cielo nocturno y eso nos va bien para desestacionalizar el turismo”, apunta Lídia Bargas, alcaldesa de la localidad tarraconense.

Las cifras les avalan. Desde el inicio del proyecto ya han recibido 8.000 visitas y el retorno económico para hoteles, comercios y restaurantes ha sido de unos 200.000 euros anuales, según informa la Plataforma Astroprades. “El astroturismo hace que zonas rurales vuelvan a vertebrar su economía alrededor de un producto turístico de alto valor añadido, fomentando la protección del entorno natural y ofreciendo oportunidades laborales para los jóvenes”, apunta Aleix Roig del Parc Astronòmic Muntanyes de Prades.

 

 

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