Agnès Llorens – La Vanguardia. Publicat el 31/08/2019 https://www.lavanguardia.com/local/tarragona/20190831/463801151817/cielo-estrellado-valor-estrategico-prades-astroturismo-parc-astronomic.html
El cielo estrellado se convierte en valor estratégico en Prades
El municipio potencia el astroturismo con distintas actividades mientras el proyecto del Parc Astronòmic de les Muntanyes está pendiente de trámites con la Generalitat
El gesto milenario de perder la vista hasta el cielo nocturno y dejarse llevar por el dibujo desigual de las estrellas puede ser una oportunidad de negocio para algunos lugares. En cambio, otros puntos cercanos luchan por recuperar sus constelaciones. La contaminación lumínica -es decir, la emisión de luz sobre el cielo nocturno por causas variadas, comúnmente a causa de la actividad engrandes ciudades e industrias- es un enemigo al acecho para todos aquellos que disfrutan cazando los astros.
Por este motivo, algunas zonas han hecho de la alta visibilidad de su cielo nocturno una baza de futuro para las localidades en las que se ubican. Es el caso de Astroprades , un proyecto nacido en las Montañas de Prades que se centra en ofrecer actividades temáticas orientadas a la observación nocturna. La iniciativa también promueve la protección del entorno natural e impulsa el proyecto del Parc Astronòmic de les Muntanyes de Prades (PAP).
“Cuidar nuestro cielo es otra manera de mantener nuestra naturaleza”, afirma Aleix Roig, uno de los socios de Astroprades. Explica que el cielo de esta región es especialmente bueno para la observación nocturna porque “tiene buenos niveles de oscuridad nocturna, evidentemente, pero también cuenta con un alto rango de lo que llamamos ‘seeing’ , la capacidad de poder captar detalles, con la óptica adecuada, a millones de kilómetros de distancia”.
El astroturismo como reclamo municipal
Las virtudes del cielo nocturno de la localidad de Prades -ubicada en el Baix Camp, a una altura de 950 metros y con cerca de 600 habitantes- han provocado que el municipio apuesta por el astroturismo como gran reclamo municipal.
Si el gobierno local promovió, hace años, el cambio de farolas por un sistema respetuoso con la oscuridad, que garantiza la oscuridad del cielo, ahora es uno de los impulsores del proyecto del Parc Astronòmic de les Muntanyes de Prades, una actuación que puede cambiar el futuro del municipio. La iniciativa está pendiente de trámites con la Generalitat y de valorar la financiación que puede recibir de entidades como la Diputació de Tarragona para pasar del papel a la realidad.
“A la espera de que el Observatori sea una realidad, de momento seguimos realizando actividades para promover las bondades de nuestro cielo y la necesidad de garantizar la calidad de las observaciones nocturnas”, comenta Ruiz. Detalla que, hoy en día, Astroprades realiza actividades turísticas y familiares, pero también lidera propuestas que les unen a campos como la docencia, la astrofotografía, la divulgación científica, la administración pública, gestión de empresa y proyectos de ámbito europeo.
“Hemos realizado actividades que han devuelto un dinamismo al municipio que no se veía desde los años de la Festa del Cava”, rememora Ruiz. Entre ellas,destaca el apagón de luces en febrero para rodar el documental ‘El cel de Prades’, que firma el astrofotográfo Carlos Uriarte y el posterior visionado de alguna de las imágenes congregaron “a miles de ciudadanos” en mayo.
Ranking de la contaminación lumínica en España
De una localidad que goza de una oscuridad y calidad del cielo nocturno que puede valerle su futuro, a otras zonas que se sitúan en la otra cara de la moneda y en las que sus ciudadanos tienen que convivir con industrias, edificios y otros impedimentos que tapan los astros del cielo.
Un estudio científico, publicado recientemente y titulado Ranking de la contaminación lumínica en España,apuntaba que la localidad de Perafort, uno de los municipios que se sitúan en la órbita cercana del Polígono Norte del complejo petroquímico de Tarragona, emite una potencia lumínica de 12.000 vatios por metro cuadrado, la cifra más elevada del estudio. En el mismo ranking se cita la localidad de Ascó (Ribera Ebre) en la quinta posición de la lista, a causa de su cercanía con la central nuclear.
En Perafort (Tarragonès), han aprendido a convivir con esta realidad. “Es un hecho que conocemos, ya que los datos no son nuevos”, comenta, con resignación, el alcalde del municipio, Joan Martí, que destaca que la localidad es una de las que se ve más perjudicada por una industria petroquímica que, paradójicamente, ocupa una pequeña parte de la superficie de su término municipal. Según Martí, en la localidad ya se toman las medidas necesarias para hacer frente a este fenómeno, “que no podemos evitar y que empeora cuando las antorchas aumentan su tamaño”.
Una opinión similar esgrime el alcalde de El Morell (Tarragonès), Eloi Calbet, que asegura que el tema de la contaminación lumínica “se toca mucho menos que el de la contaminación ambiental, pero evidentemente también existe y tiene efectos”. Calbet defiende que “es verdad que en las localidades cercanas a la petroquímica no tenemos un cielo nocturno de oscuridad total, pero tampoco lo tienen las grandes ciudades como Tarragona o Barcelona. es un problema global”.
El sector empresarial químico asegura que trabaja para minimizar el impacto lumínico
Por su parte, los responsables de las empresas del Polígono Norte del complejo petroquímico argumentan que, por la naturaleza de sus procesos productivos, es necesario que trabajen de forma continuada las 24 horas del día, por lo que la iluminación “debe garantizar la normativa de seguridad industrial y la de prevención de riesgos laborales”, señalan fuentes de la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT).
Según la AEQT, la empresa petroquímica de Tarragona “es consciente del impacto que esto genera”, por lo que aseguran que trabajan para minimizar el impacto lumínico y cumplir la normativa aplicable en esta materia, tanto la Ley 6 / 2001, de 31 de mayo, de ordenación ambiental de alumbrado para la protección del cielo nocturno, así como el Decreto 190/2015 que la desarrolla.
“La normativa sobre contaminación lumínica establece que, en aquellos casos en los que las medidas que se exijan sean incompatibles con la normativa de seguridad industrial o de seguridad en el lugar de trabajo, éstas últimas se deben priorizar es las instalaciones industriales”, apostillan desde la AEQT. La entidad defiende que “el impacto lumínico no es una consecuencia exclusiva de la actividad industrial, sino también asociada a otras actividades”.
